El 26 de mayo presentamos el “Estudio sobre los efectos en la salud mental de niños, niñas y adolescentes por Covid-19” implementado por UNICEF en asociación con Intercambios Asociación Civil y el Departamento de Salud Comunitaria de la UNLa.
La investigación estuvo a cargo de Alejandra Barcala y el equipo de investigadores e investigadoras compuesto por: Alejandro Wilner, Jorgelina Di Iorio, Flavia Torricelli y Cecilia Augsburger. Como investigadores locales participaron Matías Hoffman, Facundo Titta, Celeste Lorenzini, María Sol Couto, María Luisa García Martel, Sofía Preatoni y Amalia Peralta.
En él participaron 780 niñas, niños y adolescentes de 6 aglomerados urbanos del país: el Área Metropolitana de Buenos Aires, Rosario, Resistencia, San Salvador de Jujuy, Mendoza y Comodoro Rivadavia. Compartimos algunos resultados:
• Las niñas y los niños de entre 3 y 12 años desplegaron una gran capacidad lúdica y creativa. Los diversos juegos les posibilitaron construir escenas, situaciones y encontrar formas de expresión y de comunicación que les permitieron hacer frente al distanciamiento.
• Más allá de las desigualdades multidimensionales, la capacidad de jugar les permitió elaborar y simbolizar lo incierto y potencialmente traumático de la pandemia, como formas de protección de la salud mental.
• En los juegos recrean las características del virus....como un modo de construir significaciones que les permiten, en tanto sujetos sociales, no vivir pasivamente los acontecimientos que les toca transitar, sino elaborarlos de modo singular y colectivo....
• Al expresar temor al contagio, en especial con el regreso al ámbito educativo, y a partir de percepciones de peligrosidad e indefensión, las niñas y los niños valoran y muestran una alta aceptación respecto de las medidas de prevención y cuidado.
• Las y los adolescentes expresan disgusto y el malestar por ser considerados como responsables del abandono de los cuidados y propagadores de los contagios. Sienten que no son escuchados, que no tienen ni voz ni voto y reclaman mayor participación y protagonismo en los protocolos de cuidados escolares.