RESPONSABLES

Luciana Rubel
Luciana Rubel
Leandro Sabatini
Leandro Sabatini

Asistimos, en la actualidad, a la coexistencia de múltiples modos de percibir, pensar y abordar la cuestión de los consumos de sustancias. Desde los extremos de la criminalización de ciertos países que contemplan la pena de muerte para delitos asociados con drogas a experiencias de legalización o regulación de los usos de sustancias en otros países. Desde abordajes abstencionistas que patologizan todo consumo a enfoques que entienden los consumos desde una gestión adulta de riesgos y placeres. Desde perspectivas toxicológicas centradas en el análisis de las sustancias, pasando por perspectivas que se focalizan en un sujeto descontextualizado, a lecturas que abordan la compleja relación entre sujeto, contexto y sustancia. Asistimos, entonces, a un contexto repleto de tensiones y contradicciones en los modos de percibir, pensar y abordar la cuestión de los consumos. Contradicciones signadas por tensiones de paradigmas del conocimiento e intereses geopolíticos y económicos.

A pesar de la claridad de los informes internacionales sobre el fracaso de las respuestas criminalizadoras y punitivas que señalan la incapacidad para detener el comercio ilegal, la oferta y la demanda, el impacto enorme en el hacinamiento carcelario asociado al encierro de los/as vendedores/as de pequeñas cantidades y la enorme crisis que produce en el estado de derecho y la salud pública, fue recién después del año 2000 cuando empezaron algunos cuestionamientos a la “guerra contra las drogas”. Pero sin poder generarse, todavía, grandes transformaciones. 

En paralelo, el modelo médico, desde entonces y casi homogéneamente, se enfrentó a la problemática de las drogas en estrecha relación con el modelo penal brindando una terapéutica centrada en elementos morales y punitivos que implicaba obligatoriamente vivir libre de drogas.

Los modelos alternativos al paradigma abstencionista que priorizan los abordajes ambulatorios por sobre las internaciones y entienden el consumo, también, como una cuestión de inclusión social comienzan a desarrollar respuestas alternativas a comienzos del siglo XXI, al corroborar que los modelos asistenciales orientados en exclusiva a la abstinencia eran insuficientes y que muchas de las consecuencias más destructivas relacionadas al consumo de drogas ilegalizadas no son el resultado de las drogas per se, sino de las leyes y las políticas sobre drogas.

En la Argentina, en línea con estas modificaciones, la Ley Nacional de Salud Mental N° 26.657 sancionada en 2010 incluye a las adicciones como parte integrante de las políticas de salud mental, y prioriza los abordajes ambulatorios a los tratamientos de internación. Desde 2014, la Ley Nacional de Abordaje Integral de los Consumos Problemáticos (Nº 26.934) también considera la internación como un recurso terapéutico de carácter restrictivo y extremo, priorizando los tratamientos ambulatorios.

Es en el marco de estas tensiones y transformaciones que creemos vital abordar la construcción de conocimientos que aporten al diseño e implementación de respuestas integrales y territoriales. Impulsados/as desde el Doctorado en Salud Mental Comunitaria de la Universidad de Lanús, abrimos el Grupo de Trabajo: “Consumos, Territorios y Derechos Humanos con el objeto de aportar a una construcción de conocimientos que permita abrir nuevas líneas de elaboración conceptual, metodológica y operativa en un diálogo implicado entre investigadores/as de diversas disciplinas, trabajadores/as de políticas públicas o comunitarias y usuarios/as de sustancias. A fin de compartir conocimientos y experiencias relativos al campo de la salud y fortalecer capacidades, recursos y herramientas teóricas que permitan abordar, desde perspectivas nuestras, las problemáticas asociadas a los consumos.

Varios/as integrantes del Grupo, además de formar parte de equipos de trabajo en materia de consumo, territorio y Derechos Humanos, somos, al mismo tiempo, estudiantes de posgrados en la Universidad Nacional de Lanús (maestría y doctorado de Salud Mental Comunitaria). Por otra parte, cada uno/a de nosotros/as provenimos de distintas disciplinas que sirven para complejizar la mirada sobre las políticas y los abordajes implementados. 

Pensamos que esta propuesta puede favorecer un diálogo continuo y profundo entre los/as usuarios/as, los/as trabajadores/as y los/as investigadores/as, que contribuya a la integración y construcción de saberes; la revisión de categorías de análisis, metodologías, instrumentos y herramientas; la articulación y consolidación entre diversos saberes; y la divulgación de propuestas más equitativas en el abordaje de los consumos problemáticos desde una perspectiva de derechos.

Para finalizar, apelamos a la tan necesaria discusión y construcción de aprendizajes que aporten a estrategias y procesos que den una alternativa en los territorios por un lado y por otro, a visibilizar y vitalizar la apuesta de los/as trabajadores/as de dispositivos, intercambiando saberes, acciones y reflexiones de las políticas públicas que logren un mejor bienestar y una resolución en el campo popular.

Propósito y objetivos

Propósito general:
El propósito de la creación de este Grupo de investigación y Trabajo es generar un ámbito de estudio, reflexión e intercambio entre investigadores/as que nos permita construir conocimientos y compartir experiencias relativas al campo del consumo, en relación a la Salud Mental y los Derechos Humanos.

Objetivos:
• Promover la construcción de un marco conceptual-operativo, de corte nacional y latinoamericano, que aborde la cuestión de los consumos problemáticos a partir del desarrollo de investigaciones y del intercambio de experiencias entre integrantes del Grupo e invitados/as externos/as.

• Reflexionar sobre los problemas, debates y desafíos actuales que componen la agenda local y regional de los consumos problemáticos desde perspectivas territoriales y de DDHH.

• Proponer una mirada sobre consumos, territorio y Derechos Humanos con el fin de consolidar un espacio interdisciplinario para la discusión de investigaciones sobre políticas públicas, marcos jurídicos, convenios internacionales, contextos socioculturales, dispositivos de abordajes, prácticas y producción de subjetividades.

• Revisar y discutir los enfoques presentes en el diseño de herramientas, dispositivos y prácticas innovadoras para la temática.

• Fortalecer capacidades, recursos y conocimientos para desplegar estrategias colaborativas y de cooperación regionales en el ámbito de la investigación acerca de las problemáticas complejas que entran en juego al abordar los consumos.

• Consolidar una red nacional y regional de investigadores/as en consumos problemáticos.

• Consolidar un grupo de trabajadores/as investigadores/as en consumos problemáticos que desde sus lugares de trabajo propicien la integración entre conocimientos, prácticas, territorios, políticas públicas y academia.